
Moho en el piso: cuando no puedes costear el alquiler
Si un piso está cubierto de moho, el arrendatario tiene derecho, en ciertos casos, a dejar la propiedad sin pagar la renta. Sin embargo, es fundamental informar al propietario antes de tomar cualquier decisión.
De acuerdo con los artículos 1578 y 1581 del Código Civil italiano, el inquilino tiene el derecho de cancelar el contrato de arrendamiento sin previo aviso ni penalización si el lugar se vuelve inhabitable debido al moho y constituye un riesgo para la salud.
¿Cuándo puedes negarte a abonar la renta?
El moho solo puede ser una justificación para no pagar el alquiler si hace que el sitio sea completamente inhabitable, obligando al inquilino a mudarse.
Si el moho afecta solo una parte de la vivienda (por ejemplo, una habitación), el arrendatario puede solicitar una disminución del costo del alquiler, acorde a la pérdida de uso de esa parte de la propiedad.
Por qué el moho es un problema serio
Según la sentencia del Tribunal de Trieste n.º 162/2019, incluso una leve presencia de moho disminuye la calidad de vida en el piso, empeora las condiciones sanitarias y daña su apariencia. Esto se considera un defecto material, lo que permite solicitar una rebaja del alquiler.
Si el moho degrada significativamente las condiciones de vida y viola el contrato, el arrendatario podrá pedir la terminación del contrato o una reducción del alquiler, siempre que no conociera ni pudiera haber sabido de esos defectos al momento de firmar el contrato.
Además, el propietario puede ser responsable de los daños ocasionados por defectos en la propiedad, salvo que demuestre que no los conocía al entregar el apartamento.
Un certificado médico que acredite que el moho daña la salud puede servir como evidencia adicional, aunque no esté formalmente incluido en la lista de documentos requeridos.
Se requiere un acuerdo entre las partes.
La simple presencia de moho no basta para que un inquilino se niegue a pagar el alquiler por su cuenta. La reducción o suspensión de pagos debe acordarse con el arrendador o ser ordenada por un juez.
La práctica judicial no siempre reconoce el derecho del inquilino a negar el pago por sí solo. En particular, el Tribunal Supremo de Italia (sentencia n. 18987 del 27.09.2016) ha dictaminado que el inquilino está obligado a pagar el alquiler si el lugar aún puede utilizarse, aunque sea parcialmente.
Responsabilidades del propietario
El propietario debe proporcionar la vivienda en buen estado, conforme a las normativas y adecuada para ser habitada. Por lo tanto, es su deber eliminar el moho y los problemas relacionados.
Por su parte, el inquilino está encargado de realizar el mantenimiento ordinario del inmueble y cumplir con los términos del contrato.
Si la culpa es del inquilino
Si el moho es ocasionado por la mala conducta del inquilino (como falta de ventilación o incumplimiento de las normas de uso), el inquilino es responsable de las consecuencias. En ese caso, el impago del alquiler se considerará una infracción y el inquilino podrá ser declarado en mora.
Si la causa del moho no es responsabilidad del inquilino (por ejemplo, filtraciones desde arriba o mala impermeabilización), el dueño del inmueble es responsable de solucionar el problema.
Qué hacer si hay moho en un piso en alquiler
La estrategia del inquilino depende de la gravedad del problema. Estas son las acciones posibles:
- Solicitar una reducción del alquiler, negociando con el propietario o recurriendo a los tribunales.
- Exigir una compensación por daños y perjuicios si el arrendador no tomó medidas a tiempo.
- Cancelar el contrato sin previo aviso si el apartamento se considera no habitable y peligroso para la salud (basado en los artículos 1578 y 1581 del Código Civil).
- Si el moho es causado por problemas en las áreas comunes del edificio, puede presentar un reclamo ante la administración o el condominio.
Qué hacer si aparece moho
La regla principal: el inquilino no debe actuar por cuenta propia. No se debe dejar de pagar el alquiler sin el consentimiento del propietario o una orden judicial.
La excepción son los casos graves de total inadecuación de la vivienda. En otros casos, el inquilino corre el riesgo de que se demuestre su error, incluso si está afectado por el moho.